Hace un siglo, Luis Long trascendió por su obra arquitectónica, hoy su sepulcro yace en el olvido en el Panteón San Nicolás.
El célebre arquitecto inglés diseñó varios emblemáticos edificios de León y, en su faceta de relojero, confeccionó el complejo reloj de catedral.
También se caracterizó por el estudio de la astronomía, incluso hoy trasciende su vieja casona de la calle Pedro Moreno donde edificó una torre para observar las constelaciones.
Su legado forma parte de la historia y de la identidad de León, pero a pesar de su nombre y de su renombre, su cripta pasó desapercibida en Día de Muertos.
El sepulcro de León quizá no sea tan ostentoso ni tan sofisticado de diseño, pero guarda una lápida imborrable en la historia del pueblo Leonés: “Luis Long 9 de abril de 1927, a la edad de 72 años”, versa su epitafio.
De vez en vez se acercaron algunos visitantes al panteón, sobre todo personas que conocen la historia de León e hicieron una reflexión ante su perpetua morada.
Ahí, al pie de la tumba, un ciudadano de nombre Fernando N atinó a decir que, “es necesario que la autoridad informe más sobre quién fue él, que pongan una placa más completa, bien documentada”, dijo.
SU LEGADO
Lo cierto es que la obra de Long está “viva” y aquí se citan algunos ejemplos de los proyectos arquitectónicos que emprendió en su pueblo adoptivo, León:
El histórico edificio conocido a principios del siglo XX como la Casa Madrazo representa un atractivo turístico para el turismo que viene a León en la presente temporada “alta”.
Se trata de uno de los primeros edificios que utilizó acero para su construcción con trozos de vías de ferrocarril que sostienen la estructura y que se aprecian a la vista sobre el Portal Aldama.
El vistoso inmueble fue construido a finales del siglo XIX por el talentoso arquitecto londinense, Long, quien dejó su legado a León como constructor, diseñador, astrónomo y relojero.
Otras obras que forman parte de su legado son: la Escuela Modelo que se localiza por la calle Juárez, el aula mayor del antiguo Convento Franciscano, el Portal de las Tullerías, el Puente Barón sobre el Río de los Gómez, el malecón del Río a la altura del puente República.
Se recuerda también su obra arquitectónica a finales del siglo XIX en varios importantes templos de León, San Francisco del Rincón y Guanajuato capital.
En el caso de la Catedral Basílica de León, durante años fue un recinto oscuro por falta de entradas de luz. Long se encargó de ventanear las cúpulas, donde colocó vistosos vitrales.
SU CASA
Long vivió en la casa de Pedro Moreno 208 que hoy está convertido en Museo y Conservatorio de Música.
Tras su fallecimiento, la finca fue utilizada como casa habitación y por casi medio siglo para la escuela urbana “Anatolio Galván”, con la restauración que hizo el Club Rotario en 1961.
Hace un año fue desocupada para dar paso a una nueva vocación de la vetusta casa: Escuela de Música y un museo dedicado a Long.
En el patio central se construye una plazoleta y se rescatan los arcos de estilo neoclásico que durante casi todo el siglo XX estuvieron tapados por muros que sirvieron a diversas vocaciones.
En el patio central hay una cisterna que se utilizó hace 150 años para desaguar en casos de inundaciones, como la ocurrida en León en 1888. También una vieja pileta que por años estuvo “sellada”.
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