Empezamos el 2023 con historias de valentía y sobrevivencia enfrentando seres humanos altamente peligrosos, anhelando que todos los propósitos de las y los lectores se cumplan.

En el cine de terror de los ochenta, existía el concepto de ‘final girl’, término para referirse a la chica que era la última en enfrentarse al asesino serial en cuestión (ya fuera Jason, Michael Myers o cualquier otro) representaban, ante el espectador, un ejemplo de vigor y temple pues son las que dan el tiro de gracia al monstruo. Grandes actrices como Jaime Lee Curtis quedaron plasmadas en la historia del cine como emblemáticas ‘chicas finales’.

Pero, ¿qué tan factibles son estas mujeres en la vida real? ¿Ha habido casos de muchachas que enfrentan asesinos en serie y son fundamentales para su posterior captura?

La respuesta es sí. Empecemos el segundo día del año nuevo con unos casos.

Durante 1984 y 1985, Los Ángeles, California, fue asediada por Richard Ramírez, apodado ‘El Acosador Nocturno’, quien solía entrar a las casas de las personas para masacrarlas. Mató a 14 personas e hirió a 11.

La noche del 4 de julio de 1985, Whitney Bennett, de 16 años, vivía su vida con naturalidad, cuando por la noche se coló Ramírez por una ventana, quien saqueó la casa e intentó asesinarla golpeándola con un neumático. Sorprendentemente, la chica sobrevivió, aunque fue necesario que le suturaran 478 puntos. Antes de irse ‘Acosador Nocturno’ quiso estrangularla con un cable, pero la extensión sacó chispas, y el asesino, ignorante como era, creyó que era una señal divina de que debía dejarla ir.

Meses después, cuando Ramírez fue arrestado, el testimonio de Whitney en la corte fue crucial para que encerraran al criminal hasta el día de su muerte en 2013. La valerosa sobreviviente, por su parte, se casó con Mike Salerno, hijo del detective que llevó el caso del Acosador.

DE UNA FORMA U OTRA

La segunda historia involucra a Debbie Harry, la vocalista de la banda Blondie, cuyos éxitos como ‘One way or another’ son clásicos del rock.

Durante los años setenta fue el mayor auge de asesinos en serie en la historia de Estados Unidos. Uno de los más aterradores fue Ted Bundy, quien cometió 36 feminicidios entre 1974 y 1978.

Antes de saltar a la fama, Debbie era estudiante en Florida y caminaba buscando un taxi, pero no tuvo suerte, hasta que un coche se detuvo, conducido por un tipo de cabello negro y sonrisa seductora. La cantante de ‘Heart of glass’ accedió a que le dieran aventón.

En el trayecto notó detalles escabrosos: pese a ser verano los vidrios estaban arriba, la parte trasera estaba desmontada y no había manivela. Fue entonces que la intérprete de ‘Hanging on the telephone’ supo que algo andaba mal y comenzó a patear la puerta hasta que esta se abrió, para salir del vehículo en pleno movimiento.

Años después, cuando Ted Bundy fue capturado, Debbie Harry lo identificó, y cuenta su historia de forma abierta, aunque no haya quien dude de su testimonio, cosa que a la cantante no le importa en lo más mínimo.

La tercera historia involucra a la actriz Charisma Carpenter, famosa por varios papeles en series como ‘Buffy la cazavampiros’. Parte de esta anécdota se encuentra en el artículo ‘Real life final girl’ de la página especializada en crímenes reales ‘True Crime List’.

En 1991, Charisma estaba una noche con dos amigos varones en la playa de San Diego, cuando vieron que se acercaba un hombre con una linterna. Se trataba de Henry Hubbard Jr, agresor sexual que ya había atacado a varias víctimas y era policía. El tipo los apuntó con una pistola y le ordenó a Charisma atar a sus amigos, pero ella se negó, lo que dio oportunidad de que entre los tres lo sometieran, aunque sufrieron heridas de bala que por fortuna, no fueron letales.

Al respecto, la misma actriz ha declarado en más de una ocasión: “no me considero una víctima. Soy una sobreviviente”.