Como cada Semana Santa, hoy se conmemora el ‘Viernes de Dolores’. En León tiene un sentido muy especial, pues tradicionalmente se dice que es el día en que ‘Llora la Virgen’.
De acuerdo con la tradición católica, el Viernes de Dolores es el día previo al Domingo de Ramos, y evoca el sufrimiento de la Virgen María, antes de lo que se conoce como ‘La Pasión de Cristo’.
En México, y más concretamente en León, se tiene la tradición de montar un altar, con la imagen de la Virgen de los Dolores, además de un crucifijo y una mesa que se adorna con manteles morados o blancos de papel picado, velas y veladoras.
En León es muy habitual preguntar:
“¿Ya lloró la Virgen?” en varias casas de barrios tradicionales como El Coecillo, y cuando se responde afirmativamente, se ofrecen aguas de sabor y nieves, para degustarse ante el Altar de Dolores.
Sobre esta tradición se ha escrito mucho y cronistas de la ciudad, como Timoteo Lozano y Arturo Navarro, hablan al respecto en sus textos ‘Estampas leonesas’ o ‘Tiempos’.
“Durante el periodo de cuaresma, las manifestaciones religiosas y el fervor se incrementan en León. Esto va acompañado con una serie de elementos y tradiciones que dan colorido a la temporada, pero, sobre todo, son manifestación de la devoción de los fieles”.
Hoy, Viernes de Dolores, basta con recorrer los barrios más antiguos y característicos de León, fijarse en qué hogares hay altares y preguntar si ya ha llorado la virgen o si aún no.
Así, comenzará la Semana Mayor.