Para la señora Gabriela Sánchez Hernández, el arte forma una parte fundamental de su vida. Como educadora que es, ha sabido usarlo para fomentar la sensibilidad y el conocimiento en sus alumnos, y como emprendedora, ha creado Gazulart, negocio del que ella se encarga en su totalidad y ofrece tazas, sillas, cojines y casi cualquier objeto pintado a mano con lo que el cliente quiera.
Puede ser un cuadro famoso, un equipo de futbol o un personaje como Spiderman, Harry Potter o cualquier miembro de los Avengers. No importa, Gabriela se adapta a cualquier pedido.
“Yo soy autodidacta, pero me encanta la pintura. Así decidí fundar Gazulart. Desde siempre me he dedicado a esto”, dice Gabriela.
“Hago además cojines, y la superficie que usted quiera yo la pinto sola, desde una piedra hasta un mural. Hay diferentes precios, y es algo que me gusta mucho, para mí es muy normal, es como respirar”.
De los cuadros y pinturas que más le piden, están las obras de Edvard Munch (como ‘El Grito’), de Frida y, por supuesto, de Vincent Van Gogh. Ha realizado reproducciones en tazas y otros objetos de Los Girasoles, pero es, sin duda, La Noche Estrellada la que más le piden y hace constantemente.
El trabajo artesanal es rápido, como la noche estrellada la piden tanto, lo hace a gran velocidad. “Acepto cualquier reto y cualquier pintura”, dice.
Pero su experiencia no se queda en la emprendeduría: Gabriela también ha dado clases a niños con Síndrome de Down, para que los pequeños puedan obtener ganancias al aprender a dominar los lienzos y los pinceles.
Los lectores interesados pueden checar sus redes sociales. La cuenta de Facebook está como GAZULART.