Desde el 2006 cuando AMLO compitió contra Felipe Calderón, por la presidencia de la república, se nos dijo a los mexicanos por diversos medios de comunicación y declaraciones de distintos intelectuales y académicos de nuestro país, que López Obrador representaba un peligro para México. Muchos no lo creyeron y muchos votaron por él, situación que provocó un resultado final, en las elecciones, cerradísimo cómo nunca antes en una elección presidencial, con el resultado de resistencia civil de todos conocidos.

¡López Obrador, representa un peligro para México! Se consideró simple y llanamente para muchos, una estrategia publicitaria por parte del equipo de campaña de Calderón Hinojosa, por consiguiente, para muchos era una campaña política de su adversario para desacreditar al entonces perredista. Después escuchamos al tabasqueño en campaña, pronunciar de su boca: “al diablo con las instituciones”. Para muchos, fue un pronunciamiento simplón y sin sentido alguno, pensando que era una frase más en campaña.

Ahora como presidente de México, ha quedado claro en estos tres años de gobierno, todo, todo, todo lo que ha dicho y hecho en su actuación cómo mandatario nacional. Cómo nunca, los mexicanos hemos estado enterados del acontecer diario del gobierno federal y por supuesto, de lo que hace y piensa el Titular del Ejecutivo Federal, por ese instrumento demencial conocido como las “mañaneras”. Creo ocioso enunciar las muchas y variadas ocasiones donde AMLO y su gobierno, han dañado y vulnerado los derechos constitucionales del pueblo.

De nueva cuenta, hoy más que nunca, nos enteramos por todos los medios de comunicación, afortunadamente, al alcance de los ciudadanos de los programas de gobierno y de las políticas públicas del actual gobierno, así como de las propuestas de iniciativas de la 4T y desde luego, de quién encarna la auto llamada transformación del país, el populista mandatario López Obrador. Se ha dicho hasta el cansancio, que el nefasto mandatario está destruyendo el país a la vista de todos, sin embargo, aún siguen dudando millones de compatriotas de que esto sea cierto.

La pobre, muy pobre e incipiente oposición política de nuestro país, ha denunciado cientos de veces el deterioro y desmantelamiento que AMLO viene realizando en el país. Han sido los diversos medios de comunicación electrónicos, digitales y por supuesto, las benditas redes sociales quienes han informado puntualmente del caos y severa crisis política, económica y social que vive México, cómo nunca antes. Sobre todo, el grupo ciudadano denominado FRENA ha sido, el gran opositor al autoritario gobernante populista, quién no ha descansado en denunciar y avisar al país entero, de lo que puede suceder, si continúa López Obrador en el poder.

Siguen creyendo que nada va a pasar y que todo lo que se anuncia es una exageración de los conservadores y fifís mexicanos que no quieren, que no queremos, al actual mandatario y su gobierno. Se ha dicho hasta el cansancio, que AMLO va a desaparecer el INE y nadie lo cree. Si así sucedería, se acabo el último reducto democrático y ciudadano que tenemos los mexicanos. López Obrador, tiene el control total y absoluto de los poderes políticos de México.

Esta semana ya lo anunció, ya lo dijo AMLO. Ahí está en todos los medios: “La reforma electoral será presentada luego de que se lleve la consulta de la revocación de mandato. Así cómo también, que los magistrados y consejeros del INE sean electos por el voto ciudadano. Les adelanto, dijo el mandatario, voy a proponer que sea el pueblo el que elija a los consejeros electorales y a los magistrados de manera directa, con voto abierto. El pueblo va a elegir de forma directa”. ¡Así o más claro!
¿No cree usted?