Un feminismo de alto impacto es aquel que motiva, el que desde cada trinchera prepara a las futuras generaciones para que la violencia no sea parte de lo que vean o escuchen de diferentes sectores día a día.
Con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se han sembrado preguntas en la mente no solo de las mujeres, en la cabeza de todos. Gracias a esos cuestionamientos, es que ahora, cada quién decide hacer la lucha por un mundo donde la violencia en contra de las mujeres sea algo que se confronte y en un panorama victorioso, que se erradique.
Desde el reconocimiento a las mujeres empresarias, políticas, profesionistas, todas aquellas que, con pisada firme y mente brillante, están abriendo paso a las mujeres que buscan un mundo donde la igualdad y la equidad sean las herramientas fundamentales para su éxito.
Todas las profesiones se eligen, el feminismo es un sinónimo de elección, y existe un trabajo que se hace todos los días, a todas horas y no tiene descansos, se llena de recuerdos y también tiene como base regaños, lágrimas y preocupaciones, una mujer que ha decidido ser madre es un feminismo arraigado, para Gabriela Alejandra Hernández Jaramillo así lo ha decidido, que para desarrollarse en esta etapa de la vida que ha decido llevar, eligió ser madre adoptiva de tres, Wendy, Noé y Ángel.
Esta leonesa a sus 47 años, explica que, en su familia nuclear, desde siempre estuvo el cariño de sus padres, con educación de acuerdo a la época, católicos cien por ciento, algo conservadores en unos temas, pero siempre, con la bandera de la libertad para cada uno de los integrantes de la familia.
Gaby tiene educación en informática, pero el trato con la gente es lo que hizo que terminara en cursos de capacitación, temas de desarrollo humano, enfocarse en la parte social, es ahora que su profesión está en los recursos humanos.
Ella desde su experiencia y también su trinchera, el feminismo más grande es el que ha desarrollado al decidir ser mamá.
“Yo decido en mi libertad ser mamá entonces, justo desde mi papel de mamá, yo cómo voy a educar a mis hijos” y la base es que tanto hombres como mujeres son igualmente importantes y para convivir, se necesita un respeto mutuo.
“Educar a los hombres y mujeres para que aprendan a respetar al ser humano, independiente de sí es hombre o mujer o como se defina, al final es respetar a la persona como tal”, una mujer que es esposa, madre desde el hogar, también alza la bandera en favor del feminismo y lo hace todos los días educando a sus hijos.
El ser una madre adoptiva desde hace ya un año, ha representado un cambio completo en su vida y en la gente que lo rodea.
“Al final esta parte del feminismo yo creo que es respetar lo que cada mujer decida hacer, si quiere ser profesionista, si decides no tener hijos, si decides tener hijos, si decides ser ama de casa, cualquier de los aspectos debería de respetarse”, Gaby refiere que nuestras diferencias como individuos nos mejoran, el ser complementos hace que la vida tenga un mejor sabor y que aquellas mujeres que han decidido estar en casa y ser mamás, también forman parte de este feminismo que se nos pone enfrente a todas y todos.
“Tener un balance, un poder de decisión de si puedes entrar en este movimiento o no” y es que Gaby hace referencia que aún faltan cosas que el movimiento hace y que no termina de convencer a toda la sociedad a unirse a la causa, pero esto es normal, son muchas mentes, muchas formas de pensar, muchas aristas y al final todos debemos encaminar hacia un mismo horizonte, el respeto. Ya será al paso del tiempo que todo aquello que se diga y se haga hoy, tendrá eco en las generaciones del mañana, aquellas que están siendo educadas por madres, mujeres como Gaby.