La Policía Nacional de Nicaragua irrumpió la madrugada de ayer en la Curia Episcopal de Matagalpa para llevarse al Obispo Rolando Álvarez y a 8 personas más que estaban sitiadas en la residencia desde hace más de 15 días.

Los hechos ocurrieron entre las 2:00 y 3:00 de la madrugada, fueron sacados con «violencia» y posteriormente trasladados a la capital, a unos 130 kilómetros de distancia, según reportaron a REFORMA defensores de derechos humanos.

El Monseñor -crítico del Presidente Daniel Ortega- fue puesto bajo arresto domiciliar en la casa de su familia, que fue previamente allanada por los oficiales para retirar de la vivienda todo tipo de comunicación con el exterior, aseguró Wendy Quintero, periodista y miembro del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

«A los otros, que son ocho personas más, entre sacerdotes, seminaristas y un laico, que es un camarógrafo, los tienen en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, que son las celdas conocidas como El Nuevo Chipote, donde están presos políticos y donde se hacen actos de tortura», señaló en entrevista.

La activista dijo que se trata de una acción ilegal, porque la ley «no permite estos operativos en la madrugada» y que en este caso, «ni siquiera había una orden de captura».

«La Policía Nacional se está tomando atribuciones que no le corresponden (…) es completamente violatorio».

El arresto del Álvarez causó indignación entre la comunidad eclesiástica latinoamericana, pero hasta ayer el Papa Francisco no se había pronunciado.

Desde el estallido social de 2018, el Presidente Daniel Ortega ha tachado de «terrorista» al Obispo, quien ha extendido sus llamados a elecciones libres.

El Arzobispo de Nicaragua, Leopoldo Brenes, máximo jerarca de la Iglesia católica en Nicaragua, dijo que logró conversar con Monseñor Rolando, y que aunque su condición física estaba «desmejorada», su ánimo y espíritu «están fuertes».

Las otras personas, los sacerdotes José Luis Díaz, Sadiel Eugarrios y Ramiro Tijerino, así como los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, el diácono Raúl González y el camarógrafo Sergio Cárdenas fueron trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial, mejor conocida como El Nuevo Chipote, pero la Policía no dio más detalles sobre su condición.

Con las detenciones de los curas y seminaristas, suman ya 10 religiosos arrestados en las últimas semanas.

La Conferencia Episcopal de Perú y la Conferencia Episcopal de Costa Rica extendieron su solidaridad con los detenidos y sus familias, mientras que el Arzobispo de Miami, Thomas Wenski, pidió orar por el pueblo nicaragüense.

El jefe de la ONU, António Guterres, se dijo «muy preocupado» por los ataques contra la democracia y la Iglesia católica en Nicaragua.

La Policía Nacional dijo que con el operativo de ayer «se permitió recuperar la normalidad» para la ciudadanía de Matagalpa.