La calle y la necesidad de ayudar a su familia llevaron a José, o mejor conocido por usuarios del transporte urbano como ‘Trompetin’, a encontrar su vocación: ser payaso y trabajar de manera honesta sacando una sonrisa.
Su motivación es su familia pero, en especial, su hija. Comentó que su rutina de chistes es variada, ya que va desde lo que él llama ‘horóscopos’, que es prácticamente interactuar con la gente, hasta enamoramientos que van dirigidos especialmente a las mujeres.
Incluso hay quienes después de sacarles una sonrisa se acercan a él para contratarlo en fiestas familiares en donde pequeños y grandes disfrutan de su show.
Ya son 6 años que José inició en este noble oficio y, aunque no todo ha sido fácil, pues entre algunos chóferes de camión o usuarios prefieren evitarlo, son las personas que lo halagan las que lo impulsan a continuar con su trabajo, siempre demostrándose que cada día puede hacerlo mejor.
“Una señora sí me dijo ‘me hiciste el día’. La gente menciona que vienen estresados y verlos reír a carcajadas me motiva a seguir trabajando. Hay quienes me dicen: ‘toma, te ganaste la moneda’. Y esa es una satisfacción muy grande”, dijo.
Cuenta que son las madres de familia o señores que le hacen saber que hay payasos que se suben y se bajan enseguida en la primera esquina pero José no, su show dura alrededor de 10 minutos y también hay choferes que le apoyan, “hasta conducen más lento para darme el tiempo de terminar mi show” añadió.
Desde su experiencia, lo que se necesita para ser payaso es la tener chispa, carisma y muchas ganas. Pero sobre todo: humildad.
“Para ser payaso tienes que ser humilde con la gente. Si te da la gente, qué bueno y si no, pues ni modo. Y es cuando uno tiene que comprender que no siempre en la vida nos va a ir bien. Hay altas y bajas”, finalizó.