Aunque el 10 de mayo ha terminado, la tristeza (y de manera simultánea, la esperanza) de las madres que buscan a sus hijos desaparecidos en San Francisco del Rincón continúa de forma incesante. Los testimonios y las desgarradoras historias son muchas. Cada una con sus propias experiencias y anhelos.
Una de ellas es la de María de Jesús, quien el pasado 10 de mayo participó en la manifestación pacífica llevada a cabo en el obelisco de la glorieta de bomberos, a la entrada de San Francisco del Rincón. Ella busca a su hijo, Bryan Jonathan.
Su hijo desapareció el 20 de agosto de 2019. En ese entonces, ella vivía en la Zona Centro. A casi cuatro años, la última vez que vio a su hijo fue antes de salir a trabajar. Cuando regresó a casa, ya no supo nada de su hijo.
“Él es de pocos amigos. No pudo irse con alguien, No he tenido respuesta de nada. Ahorita me llegaron estos ángeles (se refiere a las y los buscadores) y siento que ahora sí voy a poder encontrar a mi hijo y saber dónde está”, dice la afligida madre.
Jonathan tiene cabello negro y lacio, es de complexión atlética, mide 1.70 y pesa 65 kilogramos. Como señas particulares, tiene un tatuaje en el pectoral derecho con su nombre, “Brayan”. En el chamorro derecho tiene tatuado unos payasos, además de una pequeña cicatriz encima del labio cerca de la mejilla. Fue visto por última vez el 20 de agosto de 2019 en San Francisco del Rincón.
María de Jesús, quien tiene diferentes trabajos, reconoce que no ha tenido respuesta por parte de las autoridades. No le han dicho información concreta. Solo le piden que espere y espere: “[…] pero ya es mucho esperar”, dice, “son nuestro hijos. Esto es como estar muerta en vida. Le quitan a una un tesoro. Tengo más hijos y los amo, pero mi vida se acabó. Me siento destrozada. Él es el mayor de mis hijos, y me hace mucha falta. Su edad actual es 23 años, va a cumplir 24”, dice la madre buscadora.