El Vía Crucis, y por supuesto, La Judea, en Purísima del Rincón, están cada vez más cerca, y como en todo evento religioso, surgen importantes personajes a quienes los actores van a caracterizar. Está Pilatos y su ‘lavado de manos’, Judas Iscariote, la Virgen María y María Magdalena; pero por encima de todos se encuentra Jesús de Nazareth.

Caracterizar a este personaje es una gran responsabilidad, pues requiere estar preparado no solo física, sino también intelectualmente. Julián Valadez será Cristo. Aunque no es la primera vez que realiza esta caracterización, siempre es un asunto serio e importante.

Con respecto a la importancia de caracterizar al Nazareno, Julián explica: “Sé que Jesús es un personaje reconocido mundialmente. Es mucha emoción y satisfacción, un enorme placer; pero también nerviosismo y ansiedad. Sabes el papel que estás representando, y estás al tanto de la importancia que tiene tanto en la Historia del mundo con la tradición aquí en Purísima del Rincón”.

“Es muy difícil y pesado, pero es necesario preparase físicamente, haciendo ejercicio y teniendo una alimentación lo más balanceada que se puede. Sobre todo, es necesaria mucha preparación mental. Voy a los templos a rezar, y hay que tener mucha inteligencia emocional”, señaló al profundizar en el papel.

Julián ya se ha dejado crecer el cabello y la barba. Está listo para enfrentar toda la pasión de Cristo: desde el momento en que Judas lo traiciona, hasta que es arrestado, para presentarse ante Herodes y Pilatos. Llevará una corona de espinas, recibirá los azotes y finalmente, será crucificado. Después del evento volverá a su vida normal, como él mismo lo señala.

“Este año tuve la suerte de ser yo, con los 150 años de la Judea. Es un compromiso muy fuerte. Hay que hacerlo todo de la mejor manera”, concluyó.