La sequía que afecta a las diversas zonas del Estado de Guanajuato ha comenzado a resentirse en varias comunidades rurales de la ciudad donde sus habitantes no cuentan con líquido suficiente para sus diversas necesidades.
En las diversas regiones de esta ciudad, donde se ubican poblaciones rurales en las cuales habitan miles de personas, la falta de lluvias ha ocasionado que los pozos y manantiales de los que se abastecen no cuenten con líquido.
En la mayor parte de las poblaciones el abasto a las personas se hace mediante pipas y, por ahora, es la única alternativa que tienen para poder contar con agua en sus hogares y atender las diversas necesidades.
Poblaciones como el Rodeo, El Tejaban, la Sauceda, Campuzano, la Trinidad, Molineros, Santiaguillo, el Zangarro, Puentecillas, Ciénega de Pedregal, en la zona sur de la ciudad son de las más afectadas por la falta de agua potable.
Mientras que otras como Mineral de Santa Ana, Llanos de Santa Ana, Mesa Cuata, la Concepción, el Cubo, Peregrina, Monte de San Nicolás, Rosa de Castilla son de las más afectadas en la zona norte y oriente de la ciudad.
En estas poblaciones las miles de personas tienen que recurrir al abasto en pipas para poder contar con agua potable en su casa, además que los ríos y arroyos de los que suelen abastecerse se han secado y la falta de lluvias no ha permitido que vuelvan a fluir.
“Ha llovido muy poco en estos años y para acá los arroyos y los bordos de donde agarramos agua ya no tienen y como no ha llovido, quien sabe para cuando tengan agua”, dijo Sotero, habitante del Rodeo.
Uno de los casos que destaca en estas poblaciones donde hace falta el agua es la comunidad Mineral de Santa Ana, la cual se ubica a un costado de la presa la Soledad, una de las tres con que se abastece a la ciudad, mientras la mayor parte de sus pobladores no tienen abasto en sus hogares.
En esta comunidad, al igual que en el resto, por ahora las pipas con el medio para tener agua, pero para ellos las lluvias tampoco son la solución porque no dependen del abasto del agua que se almacena en esta presa.
“Aquí las familias tienen muchos años esperando que les conecten el servicio; pero, de poco sirve porque, aunque tengamos aquí mismo la presa, no podemos abastecernos”, afirmó Pedro.
En estas poblaciones, las personas esperan con verdaderas ansias que las lluvias comiencen y así tener agua en sus casas, pero para poder sembrar sus parcelas y tener granos básicos que dedican a su alimentación.