La Fura del Baus convirtió a Los Pastitos en escenario perfecto para presentar un espectáculo único, con el que homenajeó al FIC y por supuesto, a Guanajuato.

En un lugar de Guanajuato, fue el título que se le dio a este espectáculo preparado exclusivamente para esta edición 50 del festival, creando una atmósfera especial e inolvidable para quienes presenciaron este evento.

Para esta ocasión, la compañía catalana involucró a los ahí congregados, en el performance mediante la aplicación Kalliope 2, la cual funcionó como una segunda pantalla de lo que sucedía en escena.

El canto de unos grillos seguido del croar de unas ranas marcó el inicio de este espectáculo en el que el público presenció, entre otras cosas, un barco con navegantes que se roban el oro de las minas de Guanajuato, la toma de la Alhóndiga de Granaditas con la gesta del Pípila, una soprano que apareció montada en un ave gigantesca, entonando una canción de paz.

En un momento del espectáculo, emergió entre la gente realizando sus pintas “terroristas extremas” en las paredes y muros de alrededor. En un momento, el conocido artista visual, precursor del grafiti iconográfico en su país, fue abducido por una estructura de la que se despliega una especie de óleo en el que plasma algunos trazos y el número 50, en clara referencia al festejo cervantino. Una muestra de su pintura escénica en acción, proyecto que desarrolla junto a La Fura y que tiene como fin “darle la importancia a la acción, al proceso, no al objeto final resultante”.

Hacia el final, una grúa que mueve los artefactos gigantescos elevó del suelo a 50 personas vestidas de blanco y colgadas con arneses. En pleno vuelo, los actores ejecutaron una serie de coreografías acrobáticas hasta que de las bocinas se escucharon las tradicionales Mañanitas, dedicadas al Festival Internacional Cervantino que festeja 50 años.

Descrito por Pep Gatell, director y fundador de La Fura, este performance fue un “experimento ciudadano” en el que el público juega un papel importante, el espectáculo logró llamar la atención de niños, jóvenes y adultos.

En esta obra, que fue comandada por el FIC, participaron casi 100 personas: 70 actores y artistas, y alrededor de 30 encargados de la parte creativa, técnica, logística y de seguridad. Cabe destacar que todos los actores son locales, entre estudiantes de artes escénicas, integrantes de grupos o compañías de teatro y danza independientes de esta entidad, quienes fueron reclutados mediante invitación por la Universidad de Guanajuato.

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