Los concesionarios del transporte urbano en la Capital aseguraron que, debido a la pandemia del Covid-19, sus ingresos se han visto seriamente disminuidos, por lo que buscarán un aumento del 30% a la tarifa vigente de 7 pesos por persona.
El vocero de los transportistas en esta ciudad, Neal Avalos Santoyo, explicó que el aumento que buscan, implica una actualización a la tarifa de 2 pesos, la cual pasaría de costar de 7 a 9 pesos.
“No lo tenemos descartado. Deberá de estar el tema definitivamente porque la situación económica es muy complicada”, dijo.
Señaló que, la presencia de la pandemia del Covid-19 significó para los transportistas una caída en sus ingresos cercana al 40%, debido a la reducción de los aforos y la cantidad de personas que a diario dejaron de transportarse.
El pasado 2018, los concesionarios del transporte urbano en la Capital y las autoridades lograron un acuerdo, el cual permitió que la tarifa preferencial pasara de 5 a 7 pesos por viaje, en personas mayores de edad, la cual se mantiene vigente.
Neal Avalos precisó que, además, han tenido que hacer frente por su cuenta a los aumentos que se han presentado en el precio del combustible, refacciones y demás implementos necesarios para el transporte.
“La idea es hacer una propuesta para que el aumento sea del 30% y que se actualice la tarifa porque en las actuales condiciones es muy complicado seguir prestando el servicio”, afirmó.
Con 30 rutas que cubren tanto la zona urbana, como la rural, los transportistas de Guanajuato atienden a unos 80,000 usuarios todos los días, que para ello utilizan unas 120 unidades de tres distintas empresas concesionarias, dedicadas al transporte de personas.
Aunque la propuesta no ha sido presentada de manera formal a las autoridades municipales, se espera que en fechas próximas se tengan los primeros acercamientos y avanzar en el proceso de autorización.
El vocero de los transportistas consideró que todos los gastos derivados de la pandemia fueron absorbidos por los concesionarios desde el aumento en los precios del combustible, refacciones y el pago a los operadores, pues pese a la baja que trajo consigo el servicio no se dejó de prestar.