Originaria de Valle de Santiago, Vichenza Jiménez Salinas es un orgullo guanajuatense en la cocina.
La mayoría de los chefs tienen una cocina de herencia, es decir, las recetas de abuelas, y madres para Vichenza no fue así, estudió gastronomía con la idea de que era una carrera fácil y en donde encontró su verdadera vocación.
“No sabía ni qué era una manga pastelera entonces comencé a darme cuenta que me gustaba la cocina porque era como crear algo de otros países, ver la cocina y conocer los mercados”, dijo.
Estudios profesionales
Sus estudios profesionales fueron en la ciudad zapatera posteriormente estuvo trabajando en varios banquetes como practicante, la aventura comenzaba a tener forma cuando se fue a San Miguel de Allende en el restaurante Nextia.
Considerada como uno de los tres lugares turísticos más importantes del estado, fue el sitio en donde Vichenza participó y ganó el concurso Pinchos y Tapas representando a Guanajuato en una competición en Valladolid, España.
“Fue muy sorprendente porque cambió mi perspectiva en cuestión de trabajo en equipo, aquí en México apenas comenzamos con la cultura en la cuestión de comida, de conocer restaurantes y en España la hotelería es muy demandante, llegar allá y que todo se trabajará como hermanos fue para mí un cambio por completo”, contó.
Otra de las experiencias que sumaron a su acervo gastronómico fue en una cena privada para el día de muertos en colaboración con varios chefs de otros estados.
Cocina campo de batalla
La cocina es un lugar que se ha caracterizado por la mayoría de hombres, un lugar como en otros donde defender el trabajo se convierte en supervivencia.
Respecto a ello Vichenza explicó: “Ha sido un poco complicada porque las primeras ocasiones que yo estuve dentro de una cocina, estaba arrepentida porque uno de mis jefes era hombre y la primera discusión que tuve con él ,me decía si no te parece, si no te gusta puedes retirarte de la cocina para mí fue un shock por completo porque dije cómo retirarme de la cocina, no, yo puedo más, comencé a demostrar y al final defendernos dentro de una cocina y darnos un respeto nosotros como mujeres porque a veces es complicado porque hay hombres muy machistas”.
Platillos, ingredientes y equipo de trabajo
8 años en la cocina no se dice fácil, con espontaneidad es como a través de estos años Vichenza ha caracterizado sus platillos, visitar mercados, ver documentales, leer para después jugar en la cocina y crear cosas nuevas.
Entre sus ingredientes favoritos son aquellas que puedan aportarle mucho color al plato, tatemar y ahumar, hierbas y especias en polvo, agregar ese característico picante a las cosas, típico de la comida mexicana, así como la proteína al cocinar cerdo o res.
La cocina es como una orquesta, cada elemento está perfectamente capacitado para llevar acabo su función, ya sea estando más de 12 horas entre utensilios y verduras es la pasión, amor y dedicación principal motor para entregar a los comensales un platillo digno del servicio.
“Yo no lo veo como un trabajo, lo veo realmente como mi vida, es mi pasión al final de todo esto, es la manera en la que yo puedo trasmitir a las personas lo que a mí me gusta”, explicó.