El pasado martes terminó la Feria de León. Hasta la mañana del jueves permanecía el carrusel que tanta alegría proporcionó a los visitantes, así como uno que otro stand que recuerda los días de enero. Hoy en día, los últimos negocios que quedan son los del pan de feria y las gorditas de nata, que permanecen en el López Mateos.

El pan de feria, con su característico sabor, siempre ha sido uno de los antojitos consentidos de los visitantes a cualquier feria del país. Ya sea de nuez, de nata o relleno de queso crema, tiene sus clientes leales que lo compran de manera constante.

Es a lo largo y ancho del bulevar López Mateos donde se pueden distinguir los últimos puestos de pan de feria y gorditas de nata que aún permanecen de lo que fue la Feria de León. Muchos de ellos vienen de Tlaxcala y no volverán a la Capital del Calzado sino hasta el Festival de Verano o hasta el 2024.

Uno de los muchos vendedores de pan de feria es Juan, quien ofrece su producto a diferentes precios: el más caro a 140 y el más barato a 80 pesos. Estará hasta el próximo lunes y después, para Semana Santa, se dirigirá a Manuel Doblado. Como muchos comerciantes, reconoce que después de la pandemia les ha ido mucho mejor de ventas.

Por su parte, comerciantes como Karla Juárez, quien se dedica a la venta de gorditas de nata preparadas, menciona que una de las más gustadas por la gente es la de Nutella.
Otros vendedores de pan permanecerán hasta finales del mes. Así, la Feria se despide de forma definitiva.