Todas las guerras, como la de Ucrania, son injustas, irracionales y fratricidas, no existe ninguna razón que justifique una guerra, expresó el obispo de Celaya, Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, presidente de la Dimensión Episcopal para los Laicos.

Indicó que el camino de solución siempre será dialogar, perdonar, evitar los odios, los intereses personales y de grupos.

“Nosotros como Iglesia siempre invitamos a todos a la paz, que nace de un corazón donde vive Jesús, porque la paz no es la ausencia del conflicto, sino que es la presencia de Dios en el mundo”, enfatizó.

Abundó que las guerras de poca o alta escala se debe a que hemos anidado en el corazón el odio, los resentimientos, y por eso no podemos ser hermanos, porque nos han hecho creer que unos son más que otros, que unos tienen la razón y otros equivocados.

Así se generan los odios, resentimientos, entre occidente y oriente, norte y sur, entre blancos y negros, entre ricos y pobres, todo ese tipo de situaciones genera guerra, indicó.

Ante ello, como iglesia invitamos a tener un padre común, en el que todos somos hermanos, tenemos que respetar nuestras diferencias, que no son pobreza ni para enfrentarnos, son riqueza y belleza, el camino es resolver los conflictos con el diálogo, la concordia y con los principios de justicia y solidaridad con los hermanos más necesitados, precisó.

En Ucrania hay sacerdotes, religiosos, catequistas que ofrecen sus servicios en el campo de batalla en ayudar a las personas que sufren y huyen, es la forma humanitaria de ayudar la iglesia, indicó.

DESAFÍOS

Anunció que, ante los desafíos de violencia, robos, asaltos, extorsiones, crisis económica, social, en todos los ámbitos, y pérdida de valores, los católicos se reactivan para colaborar a construir una sociedad más justa, solidaria y con paz social en León, el estado de Guanajuato y en todo México.

En León se realiza la asamblea nacional de laicos comprometidos, con la asistencia de 25 personas representantes de 18 asociaciones e instituciones, en la casa de ejercicios del Templo Expiatorio, además de 22 dirigentes de movimientos católicos participantes de manera virtual, integrantes de 10 diócesis del país.

Reconoció que, por efectos de la pandemia, como en todos los sectores, también los católicos se paralizaron en sus actividades pastorales a nivel social, se retiraron de las parroquias y templos, se mantuvieron en sus casas, pero, ahora, que disminuye la pandemia, retornan a la acción los grupos, asociaciones, instituciones, movimientos de laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas.

Debido a la falta de formación y conocimiento de las escrituras del Evangelio y de la doctrina social de la Iglesia, hubo católicos que durante la pandemia cambiaron de religión, lo que motiva a reflexionar para reforzar la preparación de los jóvenes, niños y adultos, indicó.

Dijo que los católicos no son sólo los que van o están en los templos, la Iglesia somos todos los que estamos en todos los sectores de la sociedad, economía, trabajo, escuelas, universidades, empresas que están en medio de las dificultades y desafíos actuales, no se puede reducir la Iglesia a los templos, y a los sacerdotes.

El obispo Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, resaltó que también los sacerdotes han sufrido robos, asaltos, extorsiones, como todos los demás ciudadanos y católicos, porque también están en el mundo, en las carreteras “nos pasa lo que le pasa a todo mundo”.

“La Iglesia no es una élite aparte, la iglesia es este pueblo que sufre, padece, igual que todo mundo, que está en medio de las realidades difíciles de la economía, del trabajo, son los empleados, los que están en las escuelas, en los negocios, en el mercado, empresas, el que tiene una carnicería, es el maestro, son todos los bautizados, no es solo el obispo que habla”, enfatizó.