¿Crisis en México?
-¿A quien se le ocurre decir eso?
-Sí somos un país autosuficiente, consumimos lo que producimos. Tenemos petróleo, litorales, magníficas tierras, minería, fuerza de trabajo, cultura, atractivo turístico, paz, armonía, seguridad, estabilidad económica…
-Permíteme un momento
– ¡Pero eso no es la realidad!
– Bueno, eso depende.
– Tú realidad o la mía…….
La palabra crisis proviene del griego, significa separar.
Es algo que se rompe y porque se rompe deberemos analizarlo.
En nuestro país estamos separados.
Por una parte están los gobernantes y por otro la sociedad que gobiernan. Los gobernantes y partidos políticos forman un todo que constituye un mundo independiente. Ejercen la dirección, la administración y el control de un país, estado, ciudad o colectividad, en una palabra tienen el poder. Se desarrollan en un universo cuyo ámbito está protegido y delimitado por ciertas reglas tanto escritas (Constitución Política) como por las que se despliegan y trasmiten en una forma no escita (transaccional) y que constituyen un coto.
Por otro lado está el pueblo, el cual también se encuentra dividido por muchos factores tanto sociales, como económicos, culturales y educativos. Toda esta fragmentación no permite establecer una unidad lo que genera crisis. Obligados a seguir las “reglas” que desarrollaron los gobernantes, elegidos por el, incongruente, voto popular.
México siempre ha estado en crisis. En una palabra roto.
La visión de los gobernantes nunca ha estado en coincidencia con la de los gobernados, solo en las elecciones populares. Para ellos (Gobierno) solo existe el control y una visión desde un mundo virtual que han creado. Mientras la realidad de sus acciones no muestra el contacto con el entorno al cual intentan servir.
Tienen la versión paternal, deificada de sí mismos como una adaptación del cielo griego, del Olimpo, que pretende saber lo que sucede en la parte terrenal sin estar presentes solo a través de una visón mágica proporcionada por una bola de cristal.
Afirmar que la crisis está en nuestra cabeza, es como aseverar que vivimos en un mundo como el de Matrix (la película). Virtual, en donde tal vez, si tal vez, un joven adolescente del año 2517 está ante un juego cibernético cuyos actores nos encontramos en este primitivo inicio del Siglo XXI quien manipula los personajes, situaciones y otros factores para aprender, tener una experiencia de lo que se vivía en nuestro espacio de tiempo.
¿Realidad o ficción?
Es así como se vive en nuestra sociedad. Cada quien se encuentra en mundos paralelos, separados, por lo que no hay congruencia de pensamientos, visiones, actitudes y menos acción congruente.
Así que los ex gobernadores Javier Duarte (Veracruz), César Duarte (Chihuahua) prófugos de la justicia y otros como Roberto Borge (Quintana Roo) y Miguel Alonso (Zacatecas), son como personajes inexistentes, en un mundo ficticio que no es el actual. Solo están en nuestras mentes, por algún motivo existencial, lo mismo que la deuda pública, la delincuencia organizada, la inexistente crisis, son manifestaciones de un programa virtual implantado en nuestra mente.
Por eso para quien emitió ese comentario su mundo está como el de Alicia en el País de las Maravillas: ¡No estoy loco! Mi realidad es simplemente diferente a la tuya.
Eso es todo.
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