La reanudación de las tradicionales Fiestas de San Juan y Presa de la Olla se vieron empañadas por una protesta que llevaron a cabo integrantes de la organización “Antorcha Campesina”, quienes se manifestaron por la falta de cumplimiento de compromisos de parte del alcalde, Alejandro Navarro.
Provenientes de poblaciones rurales de la zona sur como: el Zangarro, San José del Chapín, el Castillo, el Coyote, la Poza, entre otras. Unos 200 de sus habitantes realizaron una marcha de protesta que inició en el jardín de Embajadoras y culminó en el jardín Miguel Hidalgo, en la Presa de la Olla.
Los “antorchistas” portaban pancartas, lonas y con gritos recordaban la falta del cumplimiento de acuerdos y compromisos de parte de Alejandro Navarro, quien en fechas anteriores se comprometió a llevar obras y servicios a esa zona de la ciudad y no ha cumplido.
Los inconformes recorrieron Paseo Madero y Paseo de la Presa hasta llegar a la zona de la Presa de la Olla, donde se llevaba a cabo la fiesta anual en honor del santo patrono de la ciudad, San Juan Bautista.
Conforme fueron recorriendo las calles y la zona de la fiesta, los manifestantes exigieron la presencia del alcalde, quien, pese a acudir al desayuno que cada año se ofrece al sector minero, no salió a atenderlos.
El grupo de inconformes integrado por niños, mujeres y hombres de todas las edades con gritos y altavoces reclamaban la presencia del funcionario, a quien acusaron de no cumplir con su palabra.
“El alcalde nos prometió obras y servicios durante su campaña política y una vez que fue a visitar el Zangarro nos volvió a prometer las obras, pero todavía lo estamos esperando, para que vaya y cumpla su palabra”, dijo una mujer de las que marchaba al frente del grupo.
Los manifestantes recordaron que además de la falta de obras y servicios, tiene que hacer frente por sus propios medios a los constantes y cada vez más frecuentes problemas de inseguridad y violencia.
La manifestación sorprendió a los cientos de asistentes que por ese momento habían llegado hasta los alrededores de la Presa de la Olla para ser parte del tradicional y centenario festejo, que es también uno de los más arraigados entre los habitantes.
Una mañana fresca recibió a las personas que decidieron ser parte del festejo, quienes se sumaron a cientos de comerciantes y vendedores que ofrecían diversos productos para chicos y grandes.
Conforme el día avanzó, también aumentó la presencia de personas que además de adquirir algún producto, buscaban un lugar para consumir alimentos o bien en familia degustar los que previamente se prepararon en casa.
El festejo estuvo marcado por la pandemia del Covid-19, el cual obligó en los dos años anteriores a realizarlos de manera más discreta, aunque la mayoría de personas no atendió las medidas y protocolos de tipo preventivo.
En la zona de la fiesta, centenares de elementos de corporaciones de seguridad, vialidad, auxilio y socorro trabajaron de manera coordinada para brindar vigilancia a los presentes.