Esta es una buena noticia para el deporte mundial, a partir del 31 de marzo no se permitirá participar en competiciones que puntúen para el ránking mundial a deportistas transgénero en atletismo.

Acabamos de conmemorar el pasado 8 de marzo el día de la mujer que busca igualdad y las mismas oportunidades entre ambos sexos y en contraste se dan situaciones absurdas como la de enfrentarlas deportivamente con hombres, en donde con la bandera de la ideología de género se pone en desventaja a las mujeres en el ámbito deportivo.

Todo atleta de alto rendimiento se esfuerza al máximo para poder mejorar sus propias marcar y alcanzar las que se ha propuesto, el entrenamiento exige disciplina y gran esfuerzo y poner a competir a mujeres con hombres en el terreno deportivo, es absurdo cuando se sabe que hay una gran diferencia en las características físicas lo que evidentemente les da a los varones una gran ventaja.

Es deseable que lo que ha ocurrido en atletismo pase con el resto de las disciplinas deportivas, ya que de lo contrario se desalentará la participación de las mujeres además de ponerlas en riesgo con deportes como el box.

En la mayoría de los deportes se dan las categorías por peso corporal, estatura, edad y desde luego sexo, reconociendo con ello que hay variables que al deportista le da o quita ventaja.

Joe Biden, al llegar a la presidencia de los Estados Unidos, expandió mediante un decreto “los derechos de los transgénero”, dando de este modo la posibilidad de que mujeres transgénero u hombres que se autoperciban como mujeres pudieran participar en competencias deportivas femeninas.

De acuerdo con la biología, las diferencias entre hombres y mujeres son muchas, comenzando con el sistema óseo, los hombres tienen huesos más densos, brazos más largos, y torsos más cortos, mientras que las mujeres tienen los huesos largos más cortos que los hombres y el ángulo Q aumentado a razón de la maternidad y el parto, haciendo el centro de gravedad diferente al masculino.

El primer caso que se dio fue el de Quinn, futbolista canadiense que compitió con mujeres. También se recordará el caso de Laurel Hubbard, de 43 años que representó a Nueva Zelanda en el levantamiento de pesas y fue finalista.

Otro caso fue el de Lia Thomas que participó en una competencia universitaria hace un año ganando un campeonato en EE.UU. completando 457 metros en natación estilo libre femenino en 4 minutos y 33 segundos, cuando Emma Weyant, quien ganó plata en los 400 metros combinados individuales en los Juegos Olímpicos de Tokio, terminó 1,75 segundos por detrás del Thomas y obteniendo el segundo lugar.

Es importante que todas las personas reciban el mismo trato ante la ley, sin importar sexo, edad, raza, orientación sexual, pero para este caso las mujeres vuelven a ser víctimas de una medida que buscando igualdad termina discriminando.