En el Instituto Estatal de la Cultura reconoce la importancia de homenajear a las prestigiadas plumas que han nacido en la entidad, y se une a la conmemoración del 91 aniversario de Jorge Ibargüengoitia.

El sencillo homenaje tendrá lugar en la Biblioteca del Museo Palacio de los Poderes, mañana a las 18:00 horas. La entrada es gratuita.

Jorge Ibargüengoitia Antillón nació el 22 de enero de 1928 en la notable ciudad minera Real Santa Fe de Guanajuato.

En su juventud ingresó a los Boy Scouts en 1942, donde conoció al pintor Manuel Felguérez y con quién hico un viaje para asistir a la reunión anual de los scouts, celebrada en Francia en 1947.

Conoció a Salvador Novo cuando el dramaturgo trabajaba en el Teatro Juárez en la puesta en escena de Rosalba y Los Llaveros, de Emilio Carballido.

Tres meses después se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En 1953, al final del tercer año del curso, escribió Susana y los jóvenes, una comedia en tres actos de ambiente estudiantil estrenada en 1954.

En diez años como dramaturgo, Ibargüengoitia logró escribir trece obras de teatro y cuatro piezas para niños, además de ganar varios premios internacionales y nacionales  y becas.

De marzo de 1961 a 1964 ejerció la crítica teatral para la Revista de la Universidad.

En 1967 salió a la luz La Ley de Herodes, primera recopilación de sus relatos, reelaborados para dicha versión.

En 1969 el director del Excélsior, Julio Scherer, le pidió su colaboración en artículos de opinión, que publicó hasta 1976.

En 1974 viajó a Buenos Aires para acompañar al entonces presidente Luis Echeverría. Ese año escribió la novela Estas ruinas que ves, que recibió en 1975 el Premio Internacional de Novela México.

Fue invitado a un Encuentro de Escritores en Bogotá y abordó el vuelo 11 de Avianca, en un Boeing 747 que se estrelló cerca del Aeropuerto de Madrid-Barajas, el 27 de noviembre de 1983.